El Libro de Kells
Kells es una pequeña población del condado de Meath que cuenta con unos cinco mil habitantes Dista unos sesenta y cinco quilómetros de Dublín. La apertura de la autopista M3 la ha aproximado considerablemente a la capital, al reducir el tiempo de desplazamiento y haciéndola apetecible como alternativa a residir en esta. Mil doscientos años antes que existiera la autopista se estaba acabando de construir el monasterio. Los vikingos habían saqueado Iona, en las Hébridas escocesas, expulsando a los monjes de San Columba y matando a sesenta y ocho. Estos buscaron refugio en Irlanda.
Pero si la ciudad es conocida por alguna cosa es por su libro ilustrado, el Leabhar Cheanannais, el Libro de Kells. Entre finales del siglo VII o inicios del VIII se produjeron en los escritorios de los monasterios de las islas británicas, especialmente en los irlandeses, los manuscritos que se han llamado iluminados, en referencia a las ricas ilustraciones y tapas con que se decoraron y que se han calificado de trabajo de ángeles. El Codex Ardmachanus o Libro de Armagh, el Cathach de San Columba, que posiblemente contiene los elementos más antiguos que se conocen del antiguo lenguaje gaélico, los Evangelios de Lindisfarne o el Libro de Durrow son otros ejemplos de textos contemporáneos al de Kells, en los que se empleó la caligrafía denominada scottica, embrión de la actual tipografía gaélica o celta. Incursiones vikingas, invasiones normandas, la absorción de la iglesia irlandesa por la de Roma y la llegada de ordenes monásticas europeas contribuyó a la desaparición de este arte hacia el siglo XII. Los últimos vestigios de los motivos tradicionales celtas de la Téne se fundieron con un nuevo estilo: el románico procedente de Inglaterra y del continente.
El libro de Kells es un incunable del siglo IX manuscrito en latín que contiene los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento con algunos prefacios. Pero lo que lo convierte en singular es el excepcional esmero puesto en la elaboración no solamente de sus ilustraciones sino en el exquisito detallismo dedicado en su caligrafía. Es una de las obras maestras de este arte en Occidente y el más refinado de los tesoros bibliográficos irlandeses.
© J.L.Nicolas