El Puente de la Torre
No es el más reciente ni el mayor, pero sin duda es el más reconocido por la estructura de las dos torres neogóticas que lo sostienen. Su perfil figuraba en el logotipo de famosas series de humor británicas. El Tower Bridge, el Puente de la Torre, cruzado por más de cuarenta mil personas cada día, es un icono consolidado de la identidad de la ciudad de Londres.
Fue construido a finales del siglo XIX, entre 1886 y 1894, tras ocho años de obras en las que trabajaron 432 personas, por la necesidad de abrir un nuevo paso sobre el Támesis en las proximidades de la Torre de Londres, al este de la City. Fue inaugurado el 30 de junio por el entonces príncipe de Gales y futuro rey Eduardo VII.
El hecho de que entonces el puerto aun estuviera situado más al oeste de los actuales Docklands obligó a diseñar una estructura levadiza que permitiera la circulación de las embarcaciones. Las medidas de la obra de sir Horace Jones, arquitecto municipal, alcanzan los setecientos metros de longitud, contando los tramos de aproximación, aunque la amplitud del rio en este punto es de 268 metros. El tramo levadizo de sus dos vanos es de sesenta y un metros, poco menos que la altura de las dos torres que alcanzan los sesenta y cinco. La anchura de su calzada no sobrepasa los siete. Cada uno de los tramos centrales tiene un peso de mil toneladas que se alzan en un solo minuto gracias a los mecanismos hidráulicos que inicialmente funcionaban con motores de vapor y que fueron sustituidos en 1976 por otros eléctricos.
© J.L.Nicolas